1. Mantente en movimiento
Obviamente, si puedes correr, hazlo. Tu mejor aliado es la distancia porque el agresor necesitará acortarla para poder alcanzarte con el arma. Trata de ir hacia un lugar que te permita mover los pies lo más que se pueda.
2. Coloca barreras
Mira rápidamente todo lo que hay a tu alrededor, identificando aquellas cosas que podrían ayudar como barreras entre tu cuerpo y tu atacante.
Puede ser algo que coloques en medio, como un carrito de supermercado. Puede ser también un objeto fijo detrás del que colocarse, como un banco de la plaza o un coche estacionado.
Has lo posible por proteger tus órganos y tus arterias vitales. Cuida tu línea central vital (garganta, cuello, corazón) con las manos y mantén las piernas en movimiento. Si tienes una pieza de ropa de la que te puedes despojar velozmente (un chal, una chaqueta, un gorro), úsala como elemento defensivo.
4. No te concentres en el arma
La punta del arma es como el extremo del látigo; quizá te alcance si te concentras en ella. Trata de leer el próximo movimiento de tu atacante siguiendo su esternón. Cualquier movimiento del brazo armado se originará en la parte superior del torso del agresor.
5. Mantente en la lucha
No te desmayes, cada segundo que ganas puede ser decisivo. Siempre existirá la posibilidad de recibir una herida; trata de no pensar en ello. Lucha hasta el final y quizá la ayuda llegue en el último momento.
6. Aprende a defenderte
Si vives en una ciudad con altos índices de criminalidad, quizá deberías considerar la posibilidad de hacer un curso de defensa personal. Los hay especializados en defensa contra ataques con armas blancas.
gracias a todos lo que dedicaron una pequeña parte de su tiempo, ahora respira otra vez y deja tu comentario GRACIAS!!
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